Tout Vas Tres Bien
¿Será posible che uno no cambie después de diez años? ¿Será posible que debajo de los kilos y de las ojeras acumuladas en todos estos años se encuentre una estructura parecida a aquella con la que me movía por el mundo cuando era sólo una muchachita ingenua, valiente, pero sin ideas? Hoy se que algo ha cambiado, sin embargo sigo siendo aquella que cree que las cosas pueden ser mejores y que no estamos para lamentos sino para organizarnos y hacer algo.
Tout Vas Tres Bien. Ayer leí Rayuela de Cortázar por la noche, no podía dormir aun cuando tenía los párpados que se me caían con un sufrimiento enorme, aquel de quien sabe que ya no da para más y ahí está, alargando la agonía por voluntad propia. Y es que esa agonía sabía dulce cuando mis ojos recorrían las frases que alguna vez leí y no acabé de entender. Me enteré de muchas cosas, me enteré que entonces, cuando tenía 16 años, aún no conocía casi nada del mundo, de aquel que se forma con otros mundos que me estaban faltando, de los que era tan ajena. Y en Cortázar sospechaba algo, una fascinación, una atracción hacia algo que parece no pertenecerle a uno y que jamás lo será porque uno no ha nacido en tal o cual condición social, económica, intelectual que pueda llevarlo hacia eso. Distancia si, eso es lo que siempre ha habido. Distancias que no podemos ver en nuestra ingenuidad. Estoy cansada de ser ingenua.
Bressanone (BZ), 24/10/2013
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